Se trata de los tradicionales Oviedo, ubicado en Palermo y El Obrero de La Boca. Por la crisis económica que provocó la pandemia de coronavirus, el primero de los bodegones cerró definitivamente, mientras que el segundo lo hizo de forma indeterminada.
El Obrero fue fundado en 1954 en la calle Agustín Caffarena 64. Fue declarado de interés cultural por la Legislatura Porteña y había logrado reabrir el 23 de noviembre pasado tras varios meses sin actividad.
“El 90% de la hotelería y la gastronomía debió endeudarse para mantener la empresa viva, y, de no contar con la asistencia del Gobierno, el 95% del sector no podrá afrontar sus costos cotidianos”, explicaron desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA).
Por su parte, el dueño del bodegón ubicado en la calle Guatemala 5501, José Coto, contó que el cierre se debió a la caída de las ventas (facturaba un 30% del nivel pre pandemia) sumado al vencimiento del alquiler y la presión para que dejaran el local por parte de quienes lo administran.
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