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Detectan trapitos con hasta 40 antecedentes en lo que va del año

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En la Fiscalía porteña ingresan más de 15 casos por día por esta contravención. Por el aumento de los controles, sólo en el primer semestre del año los fiscales recibieron 3.721 casos, un 7% más que los 3.464 de todo 2015. Casi siempre los denunciados son reincidentes. Y hay trapitos que llegan a acumular 40 causas en menos de un año.

El artículo 79 del Código Contravencional porteño fija multas de entre $ 200 y $ 400 para quienes exigen una retribución por el estacionamiento o el cuidado de vehículos en la vía pública. Esta exigua pena en parte explica por qué este artículo es el que presenta la mayor proporción de reincidentes. Un 40,6% de los imputados el año pasado fueron vinculados a más de un caso durante 2015; incluyendo a 38 que fueron imputados más de 10 veces por la misma figura.

En los eventos deportivos o artísticos masivos, con lo que un trapito le pide a un solo automovilista ya puede pagar la multa. Y le sobra. El fin de semana pasado, cuando los Guns N’Roses tocaron en River, en las inmediaciones del estadio llegaron a pedir $ 400. Aunque hubo menos cuidacoches, porque el Ministerio de Seguridad porteño y la Fiscalía de la Ciudad desplegaron un fuerte operativo de control, que terminó con 23 detenidos por infringir el artículo 79.

Muchos de los casos de cuidacoches no son denunciados. Y el 99% queda en la nada, porque es difícil probar que exigieron dinero. «Hay muchos reincidentes porque es la barra brava la que maneja el negocio y son siempre los mismos -sostiene el fiscal general de la Ciudad, Luis Cevasco-. Además, el Código Contravencional es casi inaplicable. No sólo porque las penas son muy bajas, sino porque plantea que para que sea contravención debe haber exigencia de una retribución. Hay que sacar ese requisito, porque para probar la exigencia tenemos que contar con una declaración de la víctima lo suficientemente convincente o con testigos. Y así se dificulta llegar a una condena».

Ahora la Fiscalía porteña está desarrollando una nueva estrategia, que apunta a desmantelar las organizaciones. «Estamos buscando permanentemente si hay organizaciones detrás de los cuidacoches, tratando de establecer los vínculos  -cuenta Cevasco-. Por otra parte, estamos evitando que se instalen con mucha presencia policial en los eventos masivos. Y cuando persisten, se los lleva aprehendidos».