
El plan que se aplica en la Capital desde 2011 con el propósito de desalentar el robo de vehículos, algunos especialistas en autopartes y derecho también lo objetan.
En la Capital, funcionan ocho centros a los que los vecinos pueden concurrir para realizar el trámite. En el situado en Pacheco 3560, Villa Urquiza, atienden a unos 150 autos por día.
El grabado tiene un costo de $ 650 por única vez y se realiza a través de un software que genera trazos de micropuntos indelebles que imprimen el número de patente en las puertas, el capot y el baúl. En caso de siniestro de alguna de las piezas, el regrabado se efectúa sin cargo: el propietario debe presentar la factura de compra que determine la procedencia legal de la pieza nueva.
A los vehículos particulares que no cumplan con la exigencia se les puede imponer una sanción equivalen a unos $ 1175 en la Capital y $ 975 del otro lado de la General Paz.
Los gobiernos de la Ciudad y de la Provincia -donde rige desde enero la ley de grabado N°14.497- se muestran muy optimistas y comparten el registro de venta de autopartes. «Los lugares que se dediquen a la venta de estos repuestos tienen que estar autorizados en ambas jurisdicciones«, explicó Cristian Ritondo, ministro de Seguridad bonaerense.
Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad porteño, aseguró que con este programa se «desalienta el robo de vehículos y las consecuencias que trae aparejadas, como los homicidios y los secuestros«.
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