La denuncia llegó hace más de dos años, a través de una llamada anónima. Hablaba del robo de combustible y de dinero, de dádivas, extorsiones y abuso de autoridad. Todas acusaciones excarcelables, pero por las cuales ahora deberán responder 15 bomberos de la Policía Federal que estaban asignados al Cuartel V del barrio porteño de Belgrano. La Fiscalía que investigó la causa ya pidió al Juzgado interviniente que todos ellos sean llevados a indagatoria.
“Hubo una denuncia que llegó al Ministerio de Seguridad hace ya tiempo (el 25 de marzo de 2013), que mencionaba una serie de delitos o irregularidades con distintos matices. Hablaba del uso indebido del combustible. También señalaban que extorsionaban a trabajadores de una obra en construcción y les exigían materiales para hacer arreglos en el cuartel o con fines personales”, le dijo a Clarín una fuente del caso.
Una de las pericias realizadas por Gendarmería comprobó que los imputados se apropiaban de la nafta asignada a los vehículos del cuartel para uso personal. Entre 2009 y 2014, sobre un consumo de 70.408 litros de combustible, solo lograron justificar 24.560.
Pero esa no era la única irregularidad. La investigación de la fiscalía encontró más puntos oscuros. Según explicó un vocero de la causa, los acusados también “pedían el dinero para compensar los gastos de comida haciendo figurar horas de trabajo que no existían”.
Los jefes obligaban al personal administrativo a consignar que trabajaban más horas de las reales. La PFA depositaba entonces la compensación por comida en la cuenta sueldo de los empleados y estos debían entregar el excedente a sus superiores. Así, entre agosto de 2012 y noviembre de 2013, recaudaron 44.523 pesos.
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