Un grupo de vecinos y de vecinas que vive cerca del Hipódromo, del Campo de Polo y del Paseo de la Infanta ampliaron la demanda luego de que la justicia rechazara una medida cautelar. Estas personas aseguran que los bares y locales bailables a cielo abierto no cuentan con las habilitaciones correspondientes.
La preocupación pasa principalmente por la contaminación sonora. El ruido y las vibraciones constantes superan ampliamente los 45 decibeles que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la noche.
Estos predios son utilizados para realizar eventos musicales de gran magnitud sin que cuenten con los permisos ambientales correspondientes en zonas donde el Código Urbanístico (CUR) no lo permite.
Como parte de su denuncia, los vecinos y las vecinas explicaron: “Algunos locales, si bien son gastronómicos, hacen shows en vivo y se transforman en locales de baile, algunos hasta las 3 am. También se encuentran locales gastronómicos nocturnos que reproducen música con gran volumen sin transformarse en un local bailable, pero que igual generan los impactos negativos de la contaminación sonora, como es Nómade Food & Drink, un restaurante y bar con música instalado a cielo abierto con carpas y ninguna medida de insonorización”.
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