El futuro de los bingos porteños se resolverá hoy. Una decisión judicial podría desencadenar el cierre inmediato de las cinco salas. De ser así, el futuro de 500 trabajadores quedará en la nebulosa.
La resolución la tomará la jueza en lo laboral Stella Maris Vulcano, quien el año pasado firmó una medida cautelar para que las salas permanecieran abiertas aún con la concesión vencida, hasta tanto se resolviera qué hacer con los trabajadores. Como desde entonces no hubo avances, la jueza podría dar más tiempo o bien levantar la cautelar. En ese caso, Lotería Nacional ya anunció que las salas cerrarán.
El conflicto se desencadenó en diciembre de 2014, aunque su origen se remonta a 2009. En ese año, los concesionarios de los bingos empezaron a demorarse en los pagos del canon por la explotación de las salas, con el argumento de que el negocio era deficitario. Siempre reclamaron que les permitieran instalar máquinas tragamonedas, tal como sucede en el Hipódromo de Palermo, los barcos casino de Puerto Madero o los bingos bonaerenses. Pero Lotería Nacional nunca lo concedió, como así tampoco el Instituto del Juego de la Ciudad. Así, los concesionarios acumularon una deuda de más de $ 260 millones, motivo por el cual Lotería Nacional les inició un juicio.
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