El taller clandestino del barrio porteño de Flores donde hace 10 días murieron dos hermanitos de nacionalidad boliviana volvió a incendiarse esta mañana, y los peritos intentan determinar si se trató de un hecho intencional para “borrar” pruebas.
Según informaron voceros de la Policía Federal, el edificio de la calle Páez -casi esquina Terrada- estaba vacío cuando comenzó el incendio, que ya está controlado, y no se reportaron víctimas.
El lugar se encontraba clausurado desde que ocurrió la tragedia que se cobró la vida de dos niños de 5 y 10 años, por lo que se investiga si se trató de un incendio intencional.
Dentro de la casa siniestrada se encontraban todas las pertenencias de los cinco trabajadores que elaboraban prendas en el taller textil, según confirmó la abogada de los padres de los niños, Gabriela Carpinetti.
La magistrada había realizado una presentación ante la Justicia el último martes para que los trabajadores pudieran retirar sus pertenencias, pero aún no obtuvieron una respuesta.
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