El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó a elaborar un diagnóstico y una planificación para evitar una mayor degradación del centro porteño. Luego del impacto de la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, analiza alternativas para que la zona pueda reconvertirse en un espacio de usos mixtos, con más presencia de viviendas.
“Gran parte de las empresas y trabajos no van a retornar a la modalidad presencial. Nosotros estamos en un edificio de muchos pisos, todas oficinas, y somos los únicos que quedamos”, aseguró el presidente de la Federación de Comercio e Industria (FECOBA), Fabian Castillo.
Según datos del Gobierno porteño, las zonas que comprenden el macro y microcentro de la Ciudad tuvieron la mayor disminución de circulación. San Nicolás, por ejemplo, redujo la circulación en un 63% respecto a la época prepandemia, Monserrat lo hizo en un 70% y Retiro en un 80%.
“Queremos generar una residencialización de la zona. El microcentro tiene un desafío adicional. Un edificio residencial se puede transformar en oficinas. Pero un edificio que nació para oficinas es más difícil de convertirse en viviendas. Estamos tomando acciones para entender el problema. Estamos en la segunda ola y todo se está reconfigurando”, explicó el secretario de Desarrollo Urbano, Álvaro García Resta.
La idea es que una parte de la Ley de Plusvalía Urbana pueda ser destinada como ayuda económica para aquellas personas que busquen radicarse en esa zona de la Ciudad.
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