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Restaurantes porteños darán cajas para que la gente se lleve lo que no come

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Para imponer de una manera consciente la reducción del desperdicio de comida, cuarenta restaurantes porteños formarán parte de una prueba piloto en la que entregarán cajitas de cartón a los comensales, bautizadas «doggy bags», como en los Estados Unidos. La idea es que la gente se encargue de tomar de sus platos la comida sobrante para llevarla a sus casas, quizá para dársela a alguien en situación de calle, o incluso para sus mascotas.

Recientemente el Gobierno porteño encargó un estudio a la Universidad de Bologna (Italia) sobre este tipo de hábitos en los vecinos de la Ciudad: se estima que en 2016 se desperdiciaron 9.500 toneladas de comida, equivalente a $ 2.380 millones. Los alimentos mas desperdiciados fueron las frutas y verduras, los lácteos, panificados y comida preparadas.

Para comenzar a trabajar en esta situación, la Ciudad firmó un convenio con la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) y la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) para fomentar un sistema alimentario sostenible; y en el que los vecinos tengan más conciencia respecto a este tema.

“La Asociación aporta capacitación a empresarios para reducir los desperdicios en las etapas de producción y reduciendo costos. El sindicato formará a los trabajadores para que estimulen a los comensales a que se lleven lo que dejan. Y la Ciudad sumará difusión y las cajas”, le explicó Verónica Sánchez, de la Cámara de Restaurantes.

En octubre arrancará una prueba piloto de tres meses que se llamará «Llevátelo»: durante este tiempo bares y restaurantes entregarán las cajitas de cartón a los comensales. La idea es que la gente las usen para poner los restos de comida o lo que no tiene ganas de comer en ese momento. Además, en los restaurantes participantes habrá capacitaciones técnicas y se promocionarán entre los clientes hábitos de consumo responsable en los clientes.

Estiman que de esta manera se simplifica o se allana el camino para que la gente se lleve la comida: «Es un paso menos, porque si bien los hábitos han ido cambiando en los últimos años, lo cierto es que mucha gente tiene vergüenza de pedir bandejitas y llevarse la comida. O bien, se olvidan. De a poco creo que se puede imponer. En los Estados Unidos es de lo más común y sé en que muchos países de Europa también es una costumbre muy extendida», le dijo a Clarín la encargada de un restaurante de San Telmo.

La idea es que la mayor cantidad posible de restaurantes se sumen a la movida. Luego de los primeros tres meses se realizará una evaluación de los primeros resultados.

«Con esta iniciativa, parte del programa Cuidemos Los Alimentos, sumamos una nueva herramienta para generar conciencia en los hábitos de consumo, ya que muchas veces por vergüenza o falta de hábito, los alimentos sobrantes terminan como desperdicio», comentó Héctor Gatto, subsecretario de Bienestar Ciudadano de la Ciudad.