Son 34 los escalones que unen el Premetro con una de las terminales del subte E. Para algunos pasajeros, no significan un problema. Pero hay quienes tienen dificultades para subir o descender por ellos. Es por eso que una asociación civil solicitó al gobierno de la ciudad que la estación cabecera de esa línea, en el barrio de Flores, cuente con escaleras mecánicas y ascensores para facilitar el acceso de las personas con movilidad reducida.
Todos los días, Cintia Núñez, de 28 años, baja al subsuelo para tomarse la línea E, en la terminal Plaza de los Virreyes, con destino a Boedo. No lo hace sola. Con esfuerzo, la mujer, de contextura pequeña, carga en sus brazos a su beba de dos años. Aunque la niña ya sabe caminar, dice a La Nación: “No puedo dejar que baje sola escalón por escalón. Y ya pesa“.
Ante situaciones como ésta, Julián Morínigo, titular de la Asociación Civil Formando Ciudadanos, decidió emprender una colecta de firmas para que el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad y/o Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) realicen las obras pertinentes para instalar una escalera mecánica y un ascensor en esa estación.
Allí confluyen la línea E, que llega hasta el centro porteño, y el Premetro, esencial para los habitantes de la zona sur porteña.
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