Así amanece, gente que duerme en el interior. Durante el día la postal es la misma. Los vecinos ya no la visitan por que el lugar está practicamente tomada.
En la esquina en la que hace veintitrés años ocurrió el atentado contra la embajada de Israel hoy existe una plaza, sobria y a la vez hermosa.
Actualmente el sitioha sido preservado como un sitio para la memoria. Allí se ha preservado una parte del muro original de la embajada; los nombres de los muertos han sido colocados en una placa y se plantaron dos líneas de tilos, cada uno de ellos simbolizando las víctimas fallecidas. También allí se encuentra el monumento a las víctimas y al Estado de Israel por el atentado. La plaza fue inaugurada el 17 de marzo del año 2000.
Pero varios años despues de su inauguración la Plaza a cambiado su fisonomía. Un sitio que lleva a la reflexión, a la introspección, con un tilo en memoria de cada una de las personas fallecidas se trnasformó en otra cosa.
Hoy en la plaza reina la suciedad. La basura se acumula en la vereda y los vagabundos que duermen allí usan los canteros para dejar sus heces, a la vista de todos.
Sin vigilancia alguna, a la sombra de una garita rota y abandonada, tampoco faltan los ladrones, para quienes sirve como punto de partida o de llegada.
A la deuda con víctimas y familiares de aquel infame atentado se suma ahora el desapego de los responsables de cuidar ese espacio. Un lugar que pareciera no dejar descansar a sus muertos.
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