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#Uber: la fiscalía dice que viajar con sus choferes no es seguro

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«¿Es seguro viajar con un chofer de Uber? Dos casos recientes en los que se imputaron delitos a sendos conductores de la discutida empresa de transporte de pasajeros sirven para poner en duda la seguridad que promociona la compañía.» Así comienza un comunicado que difundió ayer la Fiscalía de la Ciudad.

Los supuestos delitos, investigados por el fiscal de cámara Martín Lapadú, involucran la denuncia de una pasajera y una intervención de oficio. El primer caso fue impulsado por una joven de 23 años que, el 20 de mayo último, solicitó un vehículo por medio de la aplicación móvil. Tras abordar, y al advertir que el chofer no hacía caso a sus indicaciones, se tiró del auto en movimiento, en la zona de Palermo, porque pensó que el hombre quería secuestrarla. Pero el problema era que el hombre era hipoacúsico y formaba parte de un programa de integración laboral de Uber, según explica la empresa. Por esa razón no escuchó lo que decía la chica. Al caer del auto, la joven se golpeó la cabeza y estuvo internada una semana en observación por traumatismo de cráneo.

El segundo caso involucra a un chofer de Uber y a un taxista. En medio de una pelea callejera en el centro porteño, intervino la policía y constató que el hombre al que el taxista le gritaba era un conductor de Uber y tenía un pedido de captura por haber participado en un caso de tráfico de drogas.

«Si esos choferes en lugar de trabajar para Uber fueran taxistas esos hechos de inseguridad no hubieran ocurrido, porque en ambos casos existen irregularidades en el otorgamiento de las licencias. En el primer caso, porque la Ciudad no otorga licencias profesionales a personas con discapacidad auditiva. Y en el segundo, porque se les exige un certificado de antecedentes penales«, dijo Lapadú

Las palabras del fiscal que impulsa causas contra Uber por acusaciones varias, como evasión impositiva y organizar actividades lucrativas en el espacio público sin habilitación, sugieren que el servicio de taxis es más seguro que el prestado por los choferes particulares asociados a Uber. Contrastan, así, con un historial conocido de delitos cometidos por taxistas, que van desde robos a pasajeros hasta casos de violación, como ocurrió en 2015 con una chica que tomó un taxi manejado por Tito Franklin Escobar Ayllon, que abusó de ella y continúa prófugo. Distintos pasajeros también han sido víctimas de la mafia de los taxis del Aeroparque y de secuestros exprés a bordo de taxis en distintos puntos de la Capital.

Los voceros de Uber respondieron que se trata de una embestida de la Ciudad contra la empresa e insistieron en que brindan un servicio en completa legalidad. En ninguno de los dos casos ventilados ayer, dijeron, ocurrieron delitos. «El de la joven que se tiró del vehículo en Palermo fue un lamentable malentendido. Cuando solicitó el servicio se le enviaron los datos del chofer y se especificó que se trataba de una persona con discapacidad auditiva», sostuvieron.

Consultado sobre la existencia de delitos a bordo de taxis y los controles estatales en el sector, Lapadú se defendió: «Yo no investigo la inseguridad en medios de transporte. El marco acotado de mi investigación es todo el espectro de la ilegalidad de una empresa que brinda servicios de pasajeros, como Uber».